Un relevamiento nacional de la consultora Management & Fit reflejó el impacto de la crisis económica en la vida cotidiana de los argentinos: ocho de cada 10 personas aseguran haber modificado sus hábitos de consumo para poder llegar a fin de mes. Los principales recortes se observan en indumentaria y calzado, junto con la reducción del consumo de carne y el reemplazo de primeras marcas por segundas o alternativas más económicas.

El sondeo también expone la relación directa entre estas decisiones de consumo y los ingresos familiares: el 46,3% de los hogares declara que no le alcanza el dinero para cubrir los gastos mensuales. Dentro de ese grupo, un 29,6% reconoce tener “algunas dificultades” y un 16,7% admite “grandes dificultades”.

Rechazo a medidas del Gobierno

El informe indagó además en la percepción ciudadana sobre medidas recientes del Gobierno Nacional. En todos los casos, los niveles de desacuerdo superan a los de apoyo, siendo los vetos a leyes de carácter social los que generan mayor rechazo.

Emergencia por discapacidad: 67,4% en desacuerdo.

Aumento de jubilaciones: 66,5% en desacuerdo.

Aumento salarial en el Hospital Garrahan: 65,1% en desacuerdo.

La encuesta revela una fuerte polarización política: mientras los votantes de La Libertad Avanza y el PRO tienden a respaldar estas decisiones, entre los adherentes a Unión por la Patria ninguna supera el 10% de acuerdo.

En cuanto a identidad política, un 33,2% de los consultados no se siente representado por ninguna etiqueta ideológica (derecha, centro o izquierda), mientras que un 26,8% se autodefine como de “derecha/conservador”, tendencia en crecimiento entre varones y menores de 40 años.

La excepción: privatización de AySA

La única medida que muestra una división más equilibrada es la privatización de AySA, que obtiene 45,2% de acuerdo y 47,6% de rechazo, lo que refleja una paridad poco habitual en el actual clima político.